lunes, 14 de abril de 2014

La sexualidad en el mundo cristiano de la época medieval (II)

¿Qué fórmulas existían fuera del matrimonio medieval?

La barraganía:

 Fue una práctica tolerada durante el medievo.  Hablamos de cohabitación entre personas que no querían renunciar al sexo, pero no podían o querían casarse. Tenía lugar entre solteros que accedían sin engaños. Se efectuaba por tanto un acuerdo ante notario, aceptado y legalizado por autoridades civiles.  Para romper la relación solían argumentar razones morales, como si , de repente, se hubiesen dado cuenta de que su situación era pecaminosa. 


La mancebía o amancebamiento:

También fue una relación estable y sexual de una pareja en la Baja Edad media.  En este caso no había acuerdo notarial. No solo afectaba a solteros sino también a hombres casados y clérigos con votos de castidad.  Este sistema no era tolerado, era un delito para el que había castigos y multas.

Adulterio:  

 Se lo consideraba uno de los peores pecados.  Estaba castigado por las autoridades religiosas y por las laicas. Era un sacrilegio, pero ocurría muy a menudo, en especial entre las clases altas. ¿Los motivos? Las estrategias familiares  unían a parejas sin vínculos afectivos que encontraban el amor o el deseo carnal en otras personas.  También podía ocurrir  por la búsqueda de un heredero cuando no se conseguía en el matrimonio.  La rigidez del  sacramento, que dejaba al margen  el placer sexual, también podía llevar a los casados a buscar algo más. En este sentido, la subordinación de la esposa al deseo sexual del marido, ignorando los de ella, podía llevarla a desear a otro que sí se preocupara.
Hay que destacar que, en teoría, la infidelidad era igual de grave en el caso de hombres como en el de las mujeres, pero la realidad demostraba algo muy diferente. La responsabilidad y el castigo recaían en la mujer. 


Prostitución:  

 Estaba tolerada y permitida por autoridades civiles y eclesiásticas. Se consideraba inevitable, la mejor solución para pecados mayores como adulterio, sodomía y agresiones. Se entendía que las prostitutas cumplían una función social, que contenían el ardor de los hombres.  Era además, no olvidemos esto,  un negocio muy rentable para Iglesia y  municipios. En la Baja edad media se legaliza, se institucionaliza: aparece el burdel público al que van todos los estratos sociales.  Este se sitúa en los arrabales, cerca de las murallas y consta de  una única casa o una calle entera. En Barcelona, por ejemplo, había tres
También los había clandestinos regidos por rufianes, alcahuetas...  Estos facilitaban contactos para quienes tenían muy difícil ir a los burdeles públicos: casados, sacerdotes, monjes, musulmanes o judíos.  Se perseguía a las mujeres de estos lugares clandestinos por moral, pero también  por el negocio de los locales públicos.

Homosexualidad: 

Estaba considerada por la Iglesia como pecado contra natura,  contra la reproducción.  Era por tanto uno de los peores delitos, que se mencionaba como "sodomía". Se documentan muchos casos en clases bajas y pocos de clases altas, que fueron silenciados, al igual que el lesbianismo del que no hay referencias. Sabemos que había homosexualidad entre las clases altas y comunidades monásticas ya que en concilios y leyes se  menciona el tema. 

Fuente:  

Luis Tudela Villalonga. Profesor de la UNED en la sede de Baleares. 
Imagen: Adoración de los Reyes Magos de Giotto. 

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