¿Qué fórmulas existían fuera del matrimonio medieval?
¿Qué fórmulas existían fuera del matrimonio medieval?
La barraganía:
Fue una práctica tolerada durante el medievo. Hablamos de cohabitación entre personas que no
querían renunciar al sexo, pero no podían o querían casarse. Tenía lugar entre solteros que accedían sin engaños. Se efectuaba por tanto un acuerdo ante
notario, aceptado y legalizado por autoridades civiles. Para romper la relación solían argumentar
razones morales, como si , de repente, se hubiesen dado cuenta de que su
situación era pecaminosa.
La mancebía o amancebamiento:
También fue una relación estable y
sexual de una pareja en la Baja Edad media. En este caso no había acuerdo notarial. No solo
afectaba a solteros sino también a hombres casados y clérigos con votos de
castidad. Este sistema no era tolerado,
era un delito para el que había castigos y multas.
Adulterio:
Se lo consideraba uno de los peores pecados. Estaba castigado por las autoridades religiosas
y por las laicas. Era un sacrilegio, pero ocurría muy a menudo, en especial entre
las clases altas. ¿Los motivos? Las estrategias familiares unían a parejas sin vínculos afectivos que
encontraban el amor o el deseo carnal en otras personas. También podía ocurrir por la búsqueda de un heredero cuando no se
conseguía en el matrimonio. La rigidez
del sacramento, que dejaba al
margen el placer sexual, también podía
llevar a los casados a buscar algo más. En este sentido, la subordinación de la
esposa al deseo sexual del marido, ignorando los de ella, podía llevarla a
desear a otro que sí se preocupara.
Hay que destacar que, en teoría, la infidelidad era igual de grave en el
caso de hombres como en el de las mujeres, pero la realidad demostraba algo muy
diferente. La responsabilidad y el castigo recaían en la mujer.
Prostitución:
Estaba tolerada y permitida por
autoridades civiles y eclesiásticas. Se consideraba inevitable, la mejor
solución para pecados mayores como adulterio, sodomía y agresiones. Se entendía
que las prostitutas cumplían una función social, que contenían el ardor de los
hombres. Era además, no olvidemos esto, un negocio muy rentable para Iglesia y municipios. En la Baja edad media se legaliza,
se institucionaliza: aparece el burdel público al que van todos los estratos
sociales. Este se sitúa en los arrabales,
cerca de las murallas y consta de una
única casa o una calle entera. En Barcelona, por ejemplo, había tres
También los había clandestinos regidos por rufianes, alcahuetas... Estos facilitaban contactos para quienes
tenían muy difícil ir a los burdeles públicos: casados, sacerdotes, monjes,
musulmanes o judíos. Se perseguía a las
mujeres de estos lugares clandestinos por moral, pero también por el negocio de los locales públicos.
Homosexualidad:
Estaba considerada por la Iglesia como pecado contra
natura, contra la reproducción. Era por tanto uno de los peores delitos, que
se mencionaba como "sodomía". Se documentan muchos casos en clases
bajas y pocos de clases altas, que fueron silenciados, al igual que el
lesbianismo del que no hay referencias. Sabemos que había homosexualidad entre las
clases altas y comunidades monásticas ya que en concilios y leyes se menciona el tema.
Fuente:
Luis Tudela Villalonga. Profesor de la UNED en la sede de Baleares.
Imagen: Adoración de los Reyes Magos de Giotto.
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